Mi pequeño mundo

Miro a sus ojos y sólo veo miedo. El miedo que le come y a la vez le mata por dentro por ir al colegio y enfrentarse a sus compañeros. Veo la tristeza en sus ojos porque aunque grita cada vez más más fuerte y más fuerte nadie le escucha. Es como si hablara a una pared. Veo en sus ojos temer al futuro. A ese futuro incierto, al que pasará mañana si me pegarán o quizás me dejarán en paz. Le veo escondido, lejos de la gente. Intenta huir de algo que no quería que le suciedes y sin querer le ha sucedido Quiere esconderse, que nadie le vea. Quiere volver a ser el que era, pero, no sabe que nunca volverá a ser el mismo. Muchos os preguntareis que he querido decir con las palabras anteriores, pues bien, espero que en mis próximas palabras encontreis la respuesta. Tenemos una sociedad que se ha convertido en violencia, y que tiene su fiel reflejo en la escuela en forma de acoso escolar. Los adultos padres, profesores, educadores, políticos... tenemos la obligación de terminar con esta situación. Debemos procurar cimentar la educación de los pequeños en los valores del amor, respeto, convivencia, igualdad..., hacia y para con los demás. Procurarndo no centrarnos tanto en si suspende o saca sobresaliente, sino en cómo es mi hijo, cómo le ven los demás, qué hace cuando no estoy... Sólo así conseguiremos una buena educación. De que sirve una persona "leida" que puede saber y hablar de todo, pero que no puede hablar con el corazón. Espero que ese miedo de los ojos de esos niños transparentes e inocentes vaya desapareciendo y sus voces sean escuchadas, aunque nunca olvidarán lo que han pasado. La esperanza en lo último que se pierde y yo tengo la esperanza en que haya niños en los que no tenga que ver el miedo en sus ojos por ir al colegio. Por ir a un colegio en el que los demás (compañeros, profesores) se burlen de él o le pegen. BEA